Ante la firme oposición de todo el país para que no se exporte el gas natural y se priorice el abastecimiento interno, el presidente del Perú, sello el despojo de nuestro principal recurso natural (un regalo de Dios que nos dejo la Shell), al inaugurar la planta de licuefacción del gas en las pampas Cañetanas.
Es inconcebible, arbitrario y lamentable que un presidente que representa a los 28 millones de peruanos y que haya sido elegido en representación de un partido del pueblo, como es el APRA, HAYA TRAICIONADO el principio fundamental que consagra la misma constitución de la república, en que dice, que el principal deber del presidente es salvaguardar los intereses de la nación y la de sus ciudadanos. Más al contrario ha defendido con impresionantes argucias legales a las transnacionales del gas.
Varios especialistas de talla mundial y nacional así como entidades técnicas y certificadoras de la empresa exportadora, han coincidido en que no hay suficiente gas para exportar y que las actuales demandas mas bien bordean los 700 a 900 millones de pies cúbicos diarios (mpcd). Se precisa además que el nivel de reservas de aquí a 18 años demandarían en 6.6 trillones de pies cúbicos (TFC), pero a la vez hay otra demanda insatisfecha de 6.89 TFC.
¿Por qué se aferran (el gobierno y las transnacionales) a la exportación del gas, si es mejor negocio venderle a Perú que a México? Simplemente porque todos mienten, trafican y acomodan para que el negocio (FAENON) sea el doble de las que se han establecido en los contratos. ¿Cómo? El gas natural cuesta en boca de pozo (camisea) el 0.16 centavos de dólar por millón de BTU (unidad de medida), pero el Consorcio Hunt Oil le vende al Consorcio Perú LNG a 0.53 centavos de dólar por mbtu. En tanto Repsol (accionista del consorcio Perú LNG con 20%) revende el gas a México a 9.45 dólares por mbtu, obteniendo una sobreganancia de 15 mil millones de dólares. El negocio está en que el precio del gas en el mercado mundial no tiene precio fijo, por tanto hoy mismo Chile y Argentina están importando a 10 o 12 dólares por mbtu, con lo cual duplicarían sus sobreutilidades. Nadie puede meterse en este negocio monopólico del gas, el cual controlan todo el mercado latinoamericano de la exportación. Fácilmente pueden realizar la triangulación (y lo pueden) y el canje en alta mar para venderle a Chile o Argentina. El negocio es de ellos y el Perú no puede intervenir aquí.
Las transnacionales del gas pueden realizar el faenón que quieran, pero de ninguna manera con el gas del lote 88 y 56, que era del estado el cual contenía los 8.8 trillones de pies cúbicos TFC. Estos lotes fueron abandonados por la Shell y el gobierno de Toledo regalo el lote 56 a la Hunt Oil, a un precio irrisorio de 18 mil millones de dólares sin concurso público. Estos no han invertido en exploración y solo se han dedicado en ver la forma de exportarlo, nada más. Los lotes 88 y 56 son del país y los contratos se hicieron con la ley 27133 que priorizaba el consumo interno, luego la exportación.
Hoy muchas industrias esperan con incertidumbre una nueva licitación, porque las actuales reservas ya están contratadas. Por tanto es ir contra la corriente, cuando según se dice que el país está creciendo económicamente muy fuerte, mientras tanto la masificación del gas no se está dando para potenciar el desarrollo.
En tanto los Cañetanos, solo nos queda mirar impotentes, como el tren de desarrollo se va hacia otros lados. No tenemos acceso a este recurso natural en nuestros domicilios, porque nuestras benditas autoridades que nos representan no han hacho nada para ello. Solo nos conformamos con algunos caramelos como las publicidades novelescas y apoyos para la cultura negra.
Se viene un paro de la macro región sur en defensa del gas. Así mismo al parecer se va a constituir un FRENTE NACIONAL EN DEFENSA DEL GAS. Los Cañetanos nos queda sumarnos ahora. Hay que tomar conciencia para desterrar políticamente a estos gobernantes de derecha que tenemos. Los caudillos como Alan García, A. Toledo, Keiko Fujimori, Luis Castañeda jamás van a defender a los pobres. Estos defienden más bien a la Shell, a la Petrotech, Repsol, Discover Petroleum, Celepsa, Savia y otros que conforman el reducido grupo del control monopólico del gas y la energía.
Crisanto Laura Cueva
Ecologista andesyrios@gmail.com
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